miércoles, 14 de julio de 2010

El Camino del Cid: el inicio en la meseta


El "Cantar de Mio Cid" es un poema épico compuesto en lengua romance en el siglo XIII y que marca el nacimiento de la literatura en lengua castellana. En él se relata el viaje del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar durante su destierro por tierras de la Iberia en el reinado de Alfonso VI de León, tras caer en desgracia víctima de las intrigas de sus enemigos en la corte Castellano-Leonesa de aquél siglo XI.

El Cid moriría en Valencia hacia el año 1100 tras varias campañas de éxitos durante ese destierro, el apodo de Cid Campeador se debía a la admiración que despertaba por igual entre seguidores y enemigos, y a que este nombre fue acuñado particularmente en la tierra musulmana.

Don Rodrigo había sido caballero principal del rey Sancho II de Castilla, y a la muerte de éste en el asedio de Zamora, el trono de Castilla pasó a su hermano Alfonso VI, entonces rey de León. Por áquellas fechas sitúa una leyenda castellana la Jura de Santa Gadea, que supuestamente enemistaría al Cid con el Rey Alfonso VI, si bien tal relato popular parece ser una licencia poética sin rigor histórico. Referencias y datos más extensos de estos pasajes de la Historia y la Literatura Hispánicas se pueden encontrar en tantos sitios como se quiera.


Es el relato del Cantar un viaje a lo largo de la tierra de fronteras que entonces separaba el Reino de Castilla y las Taifas musulmanas del Ebro y Levante, por esta razón el camino discurre de manera difusa sobre la línea entre Burgos y Valencia, y son muchos los lugares que en el poema se citan como visitados por el Cid durante sus batallas y correrías.


Es esta parte del relato la que ha incitado a tanta gente en el pasado a seguir estas huellas del Cid, unos para escribir ensayos, novelas o películas cinematográficas, y a otros razón para hacer turismo interior como a nosotros en esta ocasión, ya hacía tiempo que Alejandro me lo venía proponiendo y me atraía la idea.


El viaje me ha parecido interesantísimo, esos paisajes de la Extremadura Castellana tan anchos y tan despoblados, me han traído la imagen del Cid a lomos de Babieca y sus fieles seguidores detrás. Nosotros ahora montábamos nuestras bicicletas bien alforjadas para la ocasión. Yo llevaba mi bici cicloutrista, una Zeus Team Réplica del 99, con la que ya he recorrido otras rutas similares, mientras que Alejandro montaba una BH Coronas Réplica del 2001, dos burras de auténtico museo biker ibérico. Finalmente también nos acompañaron en la aventura dos gumberos politécnicos más fichados en las rutas del GUMB: Marcos (zamorano él) y Nacho (melillense éste), ambos son industriales (tendré que dedicar un capítulo especial a esto del GUMB, los tres campus BTT-UPM que hemos hecho han sido de traca).

Nuestro camino empezó el 5 de julio en Burgos, junto a la catedral donde reposan los restos del Cid y su esposa, y acabó el 10 de julio en Valencia, donde entramos como auténticos "campeadores", pues apenas 4 horas después de nuestra llegada estábamos celebrando la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica, y creo que esto hace algo épico nuestro final particular, al menos para mí.




Etapa 1. Burgos-Salas de Los Infantes (75km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1038532

El Cantar comienza el relato del destierro en Vivar del Cid, aldea natal del Campeador situada a 10km al norte de Burgos, ese tramo del camino está sembrado de carreteras y áreas urbanas e industriales, y no consideramos interesante recorrelo hacia atrás y luego hacia adelante. Salimos de Burgos a las 11:00, tras bajar del autobus y recoger a nuestros compañeros de ruta que habían acudido dos días antes a conocer la ciudad. Partimos pues los cuatro bikers con el pasaporte cidiano ya en la mano, y una pulsera que nos identificaba como caminantes.




En estas primeras estapas hemos decidido seguir el conocido "camino de los canarios", el más clásico del MTB cidiano y sin duda el más personal, ya que no transcurre por Covarrubias o Silos, lugares turísticos ausentes en el destierro del Cantar, sino que transcurre por la Tierra de Lara, cuna de Fernán González y de los infantes de Castilla, lo cuál ya es por si solo una razón inexcusable para pasar por tan histórico lugar. Además, esta ruta discurre a los pies de la Sierra de la Demanda, siempre viendo a nuestra izquiera el monte San Millán, que con 2130m es la cima de Burgos.

Al salir de Burgos tomamos una alternativa por Castrillo del Val en lugar de la ruta clásica de San Pedro de Cardeña, así podemos coger agua en el pueblo, y además porque el camino transcurre por unos senderos estrechos y encantadores, de esos que nos gustan a los bikers de verdad.



El paisaje parece vacío de personas, pero encontramos algunos pueblines muy pequeños que llaman nuestra atención, ¡es un contraste tan grande con la gran ciudad!. Era la segunda vez hacía esa ruta, ya que en la anterior ocasión mis compañeros fueron Lor y Ramón Peña, y en parte por ellos repetimos un ritual de la ruta: refresco en el bar de Revilla y almuerzo en Campolara con la fruta comprada en el colmado del pueblo. También volvimos a pasar por Jaramillo Quemado o de los Caballeros, que tiene una fabulosa iglesia románica de sillería, impresionante, una sorpresa absoluta para quien no la conoce. Lo cierto es que siempre me lo he pasado pipa atravesando la Tierra de Lara.


Mi intención era circular por los bosques de robles y encinas que hay más allá de Jaramillo, ya que en mi anterior ocasión los jabalíes y corzos se cruzaban libremente por delante de nosotros. Sin embargo, rodando por Torrelara, un error mío al manipular el GPS encima de la bicicleta me había hecho borrar todo el archivo de tracks (¡toma lección!), así que hubimos de seguir por el camino de Barbadillo para llegar a Salas lo antes posible. Llegamos a las 5 de la tarde, y allí tuve que acudir al aula de internet del ayuntamiento de Salas para poder cargar los tracks nuevamente, allí un simpática moza castellana me habilitó uno de los ordenadores y pudé reponer lo borrado, que estaba en mi cuenta de correo. Gracias de veras. Después fuimos a comprar el desayuno y algo de almuerzo para el día siguiente, porque queríamos pedalear desde muy temprano para ganar tiempo al calor.

Dormimos en el Hostal Azua (un chalet muy apañado y perfecto para nostros), allí nos facilitaron amablemente una lavadora y así dejamos la ropa de la bici limpia para los días de después. Cuando se bicicletea con alforjas y un par de equipaciones hay que lavar siempre que la ocasión lo permita, así estará seco al segundo día por lo menos; siempre es mejor ropa limpia y tersa que sucia y dura (sino esto solo causará más rozaduras en nuestro asiento sobre el sillín, !horrible cuando esto pasa¡ ya que la irritación ya no cesará hasta finalizar la ruta). A Nacho la cama le pareció comodísima, según vaya cansándose esa sensación será aún mayor, jajaja.


Etapa 2: Salas de los Infantes-Berlanga de Duero (110km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1041105

Salimos a pedalear a las 8 de la mañana, la etapa planeada es larga y dura, y hay que evitar el calor, son 110km una parte por la llanura de la Extremadura Soriana. Hemos decidido ir hacia Osma por el Cañón del Rio Lobos, mis compañeros de ruta no lo conocen y les gustará ese lugar, yo ya lo he recorrido muchas veces a pie o en bici, y siempre resulta interesante.


Salimos por los caminos paralelos a la carretera y antes de castrillo nos desviamos por la carretera secundaria. Al pasar por Moncalvillo cogemos el mejor agua de toda la ruta, fresca y sin sabor ninguno, son las 9 de la mañana, el pueblo es muy pequeño y no hay nadie, pero al subir por el rio hacia las dehesas encontramos que las huertas están llenas de vecinos atendiendolas, todos nos saludan amablemente y con gran ánimo, que gente tan féliz, nos ha parecido el pueblo ideal para retirarse tras la jubilación. Posteriormente pasaremos por algunas de las dehesas más hermosas de toda la ruta.


Al llegar a Hontoria almorzamos en el bar-restaurante-hostal, apuntaroslo aquellos que vengais desde Burgos sin finalizar etapa en Salas, una buena opción si enjais horario y calendario. En este pueblo decidimos rodear la primera parte del cañón por las dehesas de San Leonardo ya que el río lleva bastante agua, como conozco el cañón, este año húmedo estará anegado en algunos tramos, así que optamos por no vadearlo con las alforjas en las bicis, ya que esto lo he sufrido otras veces y me resulta muy penoso, sin alforjas sería otro cantar.

En este rodeo recorremos unos parajes fabulosos, sendas realmente interesantes para el MTB. Entramos al cañón por un ramal lateral, y ya dentro del cañón uno de los ciclista que nos encontramos nos confirmara nuestras sospechas sobre los vadeos que nos hemos ahorrado. La apuesta ha salido bien, y además el ramal que hemos hecho nos ha llevado al Cañón por un sendero con más de 5 kilómetros de singletrack realmente entretenido, con pasos de piedra incluidos.




Llegar hasta Ucero se ha hecho duro, el camino roto resulta algo incómodo para rodar con alforjas, aunque sin ellas habría sido una juerga. Desde el pueblo cogemos la pista paralela al río Ucero y llegamos a El Burgo de Osma a tren, a más de 20km/h de media, y decidimos sentarnos a comer en mesa un plato combinado, la Plaza Mayor nos parece un lugar ideal, ya que además hay sitio en las terrazas.

Salimos hacia Berlanga con 38ºC de temperatura a las cuatro de la tarde, la ola de calor es palpable y el camino que se nos presenta a la vista parece yermo, sin árboles en el horizonte. Tras atravesar algunos sembrados (¿sería un camino arrasado por los tractores?), y algun arroyo escondido llegamos a una amplia zona de pinares y sotobosque, y con ello un continuo cruce de caminos y cambios de pendiente, jajaja, pensábamos que sería tiempo de rodar cómodamente, y nada más lejos de la realidad, caminos rurales, toboganes, sendas de cortafuegos, vaya sorpresa.




Tras esta etapa de auténtico terreno mesetario y clima castigador, llegamos a Berlanga por carretera, y decidimos irnos a la casa rural donde sellan el pasaporte, que nos hacen descuento como "caballeros cidianos", hay camas para los cuatro con cena y un desayuno a hora temprana. Toca descansar, ya que la etapa siguiente será la "etapa reina".


Etapa 3. Berlanga de Duero-Canales de Molina (140km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1041340

Nos levantamos a las 7 de la manaña con intención de empezar a rodar lo antes posible, la etapa es larga, pues hemos decidido continuar ruta hasta Canales en lugar de quedarnos en Ciruelos del Pinar o Moranchón, allí nos han preparado la casa de los abuelos de Marcos y estas cosas hay que aceptarlas, aunque esta etapa puede pasarnos factura en nuestro estado físico. Pareciera que hemos de añadir 30km más cada día de ruta, pero hoy hacemos una excepción.


Las previsiones son de calor, asi que decidimos parar en todas las fuentes a reponer agua, por si acaso es mejor ir con agua de sobra. Yo ya se que es ir sin agua con la bici por la montaña y resulta muy angustioso, la lección ya la aprendí.

Salimos de Berlanga por la vereda deljavascript:void(0) castillo, unos restos muy bien conservados y espectaculares. Hoy rodaremos gran parte de la jornada entre tierras de cultivo de cereal, circulando por caminos, pistas agrarias y carreteras secundarias entre los pueblos que salpican el camino.



Por la mañana, ya cerca de Barahona, una pareja de corzos nos salen a recibir. En Barahona tomamos la primera merienda junto al Cristo de la Buena Muerte, nos resultó curioso el lugar. De allí a Medinaceli, el camino es puramente estepario.


Paramos en Esteras de Medinaceli a reponer líquidos de nuevo, pero para comer seguiremos hasta Layna, ya a 80km de la salida, este es el último pueblo de Soria. Allí con el camping gas preparamos un arroz, y como no había tienda Marcos pone cara tierna y le pide pan a una vecina, tan amablemete lo hizo !que casi nos dan de comer¡ nos despedimos del lugar con un fresco chupito de licor de almendras y avellanas de su marido, que buen recuerdo nos llevamos de allí y esta gente tan encantadora. Al salir del pueblo reponemos agua en la fuente donde nace el río Blanco, que buena está, de aquí ya a Ciruelos...


En Ciruelos del Pinar descubriríamos la huella del incendio del Alto Tajo en el 2005, allí murieron 11 personas, resulta tan desolador el paisaje como las imágenes de entonces. Seguiremos rodando hasta Torremocha por la carretera que en tiempos era casi una pista forestal asfaltada y en mal estado, como se ve en tramos de algunas curvas viejas, en cambio ahora es una carretera bien hermosa, debido a las inversiones realizadas después del incendio, pero aún así en los 30kms que hemos hecho no hemos encontrado ni media docena de coches. Pasamos por algunas vistas muy hermosas de los valles del alto Tajo. Como dato hemos encontrado un cervatillo lamiendo la sal de la carretera, la sal que queda del invierno, y que no se ha inmutado con nuestra presencia hasta llegar a 3 o 4 metros de él.

En Torremocha hablamos con algunos vecinos, que sorprendentemente conocen a los abuelos de Marcos, nos convencen de seguir por carretera a Canales, lo aceptamos para llegar a ver el partido de futbol de la semifinal del mundial contra Alemania, son las 8 y pico de la tarde y ya estamos algo cansados... el sotobosque de encinas y sabinas que pensábamos cruzar habrá de esperar para otra ocasión pero prometía ser muy interesante.

Al llegar a Canales el padre de Marcos había abierto ya la casa y había servido la merienda preparada por la abuela de Marcos, a mi me resultó un banquete, nos comimos doble ración de migas, de espaguetis, pollo escabechado y fruta, después de 140km nuestros estómagos parecían insaciables. Del partido hubimos de saber por la radio, porque la tele no iba, España 1-Alemania 0, haciendo cuentas el día de la final estaríamos en Valencia, vayan preparando los petardos...

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