lunes, 19 de julio de 2010

El Camino del Cid: la llegada al Mar

Etapa 4. Canales de Rivera-Orihuela de Tremedal


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1118439

Salimos de Canales algo tarde ya que hemos decidido tomarnos la etapa con tranquilidad, después de la megaruta de ayer es preferible hacer el ecuador del camino disfrutando del paisaje, de la bici y de los amigos. Realmente esta etapa del camino del Cid es de la que guardo mejor recuerdo, ya que la ruta pasa por sendas preciosas y campos de los quie conservo imágenes que serán imposibles de ver en unos años, cuando el progreso haya acabado con la España rural que un día hubo allí.



Pasamos por Molina de Aragón, aún en Castilla, antes de atravesar la frontera con Aragón. Esta villa medieval parece bonita e interesante, tienen puesto el mercadillo de los jueves, pero nosotros seguimos. Unos kilómetros más allá, cogemos agua en la fuente de Torremochuela, y aquí observó Alex : "¿porqué se llama Torremochuela este pueblo? pues porque tiene un mochuelo en la torre de la iglesia", y cierto, así lo dice el escudo del pueblo en la fuente.


El pueblo parece pequeño y poco habitado, pasamos por las eras que están a la salida del pueblo, y veo que los casones de labranza están abandonados, la mayoría han perdido el tejado y se pueden ver aperos y algunas máquinas de aventar (alventar o alvenar como se decía en Segovia), y que hasta hace 30 años se empleaban para separar el grano de la paja en las parvas de cereal, incluso aún se podían ver las lanchas de piedra caliza clavadas en la tierra para la trilla. Que pena no haber sacado la cámara allí, esta estampa de abandono es común en muchos de los pueblos del camino, parece que su único destino fuera fijarse en nuestra retina como imágenes de una España que ya pasó, y que yo de pequeño conocí por poco en el pueblo de mis abuelos.


Tras Torremochuela la ruta transita entre encinas y carrascas, mientras el camino adquiere una pendiente ascendente y constante durante bastantes kilómetros, casi siempre sobre un firme de piedras calizas desgastadas, y que con las alforjas dandzando nos obligan a poner en juego tanta técnica como fuerza para avanzar !esto es MTB genuino¡


Esta parte de la ruta, que se extendería durante más de 40 kilómetros, es una de mis favoritas, aquí el camino se pierde entre bosques de pinos, robles y sabinas, y entre las tierras labradas por los lugareños. Pasamos por pueblos sin apenas gente como Traid, donde había un cerezo con cerezas rojas al lado de la fuente del pueblo (casi me pillan comiéndomelas), y otros algo más animados como Alcoroches, ¡y que están a más 1400m sobre el nivel del mar!.

Aún habríamos de subir los montes del Tremedal en las primeras estribaciones de la Sierra de Albarracín, y llegar a la cota máxima del viaje, 1685m snm. La subida por el pinar es muy interesante, aunque sea por pista, pero al llegar arriba se pierde el camino entre pinos y acabamos bajando en plan freeride por los arrastraderos de madera, ¡Fabuloso!.


Ya en Orihuela nos vamos al camping, hoy toca saco y tienda, ya que el tiempo es excelente y a 1475m snm esto es una gloria. El pueblo parece grande, aunque no muy animado, llama la atención su enorme iglesia situada en la parte alta. Por otro lado estamos solos en el camping, salvo los dichosos mosquitos, así que montamos las tiendas por primer día. La cena fue con "pizza caimodorra" del propio camping realmente buena, muy buena. El pico Cai-modorro es el más alto de la comarca, con 1910m.

Etapa 5. Orihuela de Tremedal-Teruel


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1118440


Partimos de Orihuela camino de Bronchales, uno de los pueblos más altos de España con 1560msn, en mitad de los Montes Universales, donde en la Guerra Civil se atizaron de lo lindo a temperaturas de ¡20 grados bajo cero! durante el invierno de 1938. Delante nos espera más sierra de Albarracín, que habríamos de poner en mayúsculas porque el paisaje es fabuloso, y los caminos para hacer MTB muy atractivos, a este lugar hay que volver a rutear alguna vez, pero sin alforjas, para disfrutar de todo lo que vemos.


Llegamos a Albarracín desde Torres por la carretera encajada en el impresionante cañón del río Guadalaviar, que luego cambiará de nombre a río Turia. Albarracín es un pueblo muy conocido, impresionante con todos esos edificios y murallas colgando de la ladera de la montaña, uno de esos destinos a anotar. Allí ponemos nuestro tercer sello al pasaporte cidiano, cogemos agua y seguimos el camino.


Salir de Albarracín camino de Gea será memorable, un camino técnico, con piedras a rabiar, y con pendiente hacia arriba que pondrá a prueba nuestro aguante y pericia, al principio me fue bien, pero luego me atasqué y mi "coco" no iba entre tanta dificultad, me desenganché del grupo y me costó horrores superarlo, valgan las imágenes cuando coronaba.

La bajada posterior era aún más técnica y divertida, no se que GR?, allí el transportín de Alejandro pagó la fiesta... Estos tramos desde Albarracín son para hacerlos sin alforjas, esto habría sido un disfrute total.


Llegando a Teruel Alejandro rompe el transportin una vez más, ahora por otro sitio diferente, jajajaja, lo reparamos de urgencia, pero él piensa que no le va a aguantar y decide que comprará otro nuevo en Teruel (él no lo sabe aún, pero no va a poder, está todo cerrado por fiestas del Angel).

La verdad es que me salió la patita de ingeniero de materiales, y no les dejé poner un tornillo de acero galvanizado comprado en una ferretería de Salas, porque me parecía un truño inútil, así que saqué un tornillo de acero de grado 10.8 (1000MPa de resistencia y 800MPa de límite elástico). Estos tornillos son tan buenos como los de Titanio que algunos lucen en su montura, pero el aspecto es algo menos atractivo. La verdad es que también rompería el último día porque tenía el transportín demasiado defectuso, pero al menos nos dejaría llegar casi hasta Valencia. Un tornillo como ese lleva en mi transportín una transpirenaica completa, un camino del Cid y medio de Santiago, aunque a mi no me ha roto por que mi transportín no estaba dañado como el de Alejandro....Tal vez debiera escribir más entradas sobre estos temas, y desmentir algunas falacias sobre el titanio, el acero y otros materiales estructurales de uso común en la bicicleta, pero igual me cierran el blog entonces por incendiario.

Cuando llegamos a Teruel por la tarde descubrimos que la ciudad está preparando las Fiestas del Angel que comienzan al día siguiente, es tan "destroyer" que ya hoy por la tarde han cerrado todos los establecimientos y hasta han chapado con maderas los escaparates... !que no se montará en la calle para que tomen esa medida los comerciantes¡ El caso es que ibamos a seguir camino hacia La Puebla, porque no habíamos podido encontrar nada para esa noche, y sacar la tienda donde fuese, pero Marcos ha entrado en el bar-hostal de la plaza de la estación de ferrocarril y había sitio, asi que nos quedamos en Teruel y para ver el ambiente.

De noche la fiesta... copas, fuegos artificiales, chicas, música y mucho jolgorio, los bares están en la calle y es realmente atractivo el ambiente, ya que es el primer día y está todo limpio y "paseable". Lo que más nos ha gustado ha sido el montaje de la Peña Ultramarinos en la plaza de los Amantes de Teruel, buen ambiente y muy buena música en directo. Que pena tener que madrugar al día siguiente, pero hemos venido a otra cosa, creo que Marcos y Nacho volverán al año que viene... sin bicicleta. Recordad la fecha: segunda semana de julio, para que no llegueis aquí "fuera de lugar", os integreis o no, pero que nos os sorprenda.



Etapa 6. Teruel-Bejís


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1118441

Salimos de Teruel cuando la ciudad está aún con la resaca de la fiesta nocturna, y eso que aún no han comenzado las Fiestas del Angel, hasta las 4 de la tarde no se dará el chupinazo cuando se coloque en el Torico el pañuelo rojo, pero la gente ya ha empezado su fiesta particular, y ya algunos están durmiendo con la resaca...


La etapa transcurre por el carril bici de Ojos Negros, un vieja via de tren que llevaba el carbón desde Ojos Negros en Teruel hasta Sagunto, donde hasta hace 25 años estuvieron instalados los Altos Hornos del Mediterráneo, pero que la crisis del petróleo y lo que vino después se llevarón por delante, como tantos otros lugares. El camino pasa por algunos pueblos curiosos, pero es bastante lineal, por lo que vamos a tren "afilando las ruedas" y las velocidades que obtenemos van por encima de los 20km/h. Paramos para avituallarnos en Sarrión, de donde las albóndigas salen encastradas en mi portabidones, a medida...



Al llegar a Barracas, provincia de Castellón, abandonamos la vía verde hacia el valle del rio Palancia, interesantísimo el paisaje de riscos y barrancos calcáreos excavados por el agua, lástima no poder disfrutar más de estos caminos de MTB tan atractivo, anticipo de la cercana Sierra Calderona.

Dormimos en el camping de Los Clóticos, en Bejís, donde nace el río, pero desde el pueblo nos quedan aún cuatro kilómetros que se hacen interminables porque pican para arriba, y ya estamos deseando tumbarnos a descansar.

Etapa 7. Bejís-Valencia


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1118442

Salimos del camping hacia Bejís para remontar el barranco de un arroyo afluentedel rio Palancia. Desde aquí se presenta una sucesión de cuestas empedradas, barrancos, más torrenteras y peñascos, y cerros con indicios de haber sido arrasados por los fuegos forestales de años pasados. Lo que se suponía una jornada de camino en bajada a mi no me lo pareció, tantos barrancos y cuestones que aquello parecía el día de la marmota, una ruta sin fin...

Llagamos a Olocau tras 5 horas de bicicleta pero llevamos menos de 50km, asique decidimos atajar por carretera para comer en Marines, ignorando el tramo hacia Bétera, porque si no, no llegamos a Valencia ni para la prórroga de la gran final...

En Marines entramos a comer al Bar Bella, que tiene un logotipo que parece un ciclista, pero luego dentro lo que encontramos fueron unas bellas camareras acordes al nombre del bar, y que confirmaron nuestra teoría acerca de tan digno oficio, esta vez dejaré que sea Nacho quien explique dicha teoría, nacida en las barras de las calles de Teruel durante las Fiestas del Angel.

Desde Marines nos vamos a Lliria para tomar el carril ciclista a Valencia, lo que es toda una experiencia, me había quejado mucho del anillo ciclista de Madrid, sin pensar que todo "es empeorable", y la prueba está aquí, en Valencia, horrible. El track nos llevaba por el canal del Turia hasta Bétera y de allí a Valencia por Burjasot, que habría sido mejor opción sin duda, pero todos nos equivocamos. Llegar al centro de Valencia es una odisea, porque en realidad el carril bici es en muchos tramos el arcén y las aceras pintados de rojo por medio de la ciudad o los polígonos industriales, pero lo peor está entre La Eliana y Paterna, algo alucinante, de mecánica cuántica...



¿agujeros de gusano?



Que esta lección sirva a otros para no cometer el error: seguid el track en la entrada a Valencia, no de hacer caso a indicaciones y carteles pagados con nuestros impuestos por algunos de nuestros gestores de obras públicas más afamados...

Finalmente llegamos a Valencia a las 7 y pico de la tarde, ni fotos ni nada más, no hay tiempo y no sabemos donde está la estatua del Cid, que también la hay como en Burgos, queremos llegar a ver la final del Mundial de Suidáfrica, asi que toca ducha y correr a buscar donde verlo. Es la primera vez que nuestros ojos verán una cosa así: "!España está en la Final de un Mundial de Futbol¡", a ver si todos llegamos a Campeadores, no solo el Cid. El resultado...




Nos toca volver a casa, y el lunes por la mañana tomamos el tren hacia Madrid. Antes pasamos a recoger nuestra pulsera cidiana, pero ahora una limpia y nueva, ya nos habían dado una en Burgos, pero había quedado negra por el sudor y el polvo del camino. En alguno de los montes ya observamos que el ferbor popular por el pulpo Paul, fetiche de nuestros campeones, estaba sustituyendo al toro de Osborne...


Para otro año la aventura está por definir, alguien ha hablado de un Madrid-Lisboa, que largo aún...

miércoles, 14 de julio de 2010

El Camino del Cid: el inicio en la meseta


El "Cantar de Mio Cid" es un poema épico compuesto en lengua romance en el siglo XIII y que marca el nacimiento de la literatura en lengua castellana. En él se relata el viaje del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar durante su destierro por tierras de la Iberia en el reinado de Alfonso VI de León, tras caer en desgracia víctima de las intrigas de sus enemigos en la corte Castellano-Leonesa de aquél siglo XI.

El Cid moriría en Valencia hacia el año 1100 tras varias campañas de éxitos durante ese destierro, el apodo de Cid Campeador se debía a la admiración que despertaba por igual entre seguidores y enemigos, y a que este nombre fue acuñado particularmente en la tierra musulmana.

Don Rodrigo había sido caballero principal del rey Sancho II de Castilla, y a la muerte de éste en el asedio de Zamora, el trono de Castilla pasó a su hermano Alfonso VI, entonces rey de León. Por áquellas fechas sitúa una leyenda castellana la Jura de Santa Gadea, que supuestamente enemistaría al Cid con el Rey Alfonso VI, si bien tal relato popular parece ser una licencia poética sin rigor histórico. Referencias y datos más extensos de estos pasajes de la Historia y la Literatura Hispánicas se pueden encontrar en tantos sitios como se quiera.


Es el relato del Cantar un viaje a lo largo de la tierra de fronteras que entonces separaba el Reino de Castilla y las Taifas musulmanas del Ebro y Levante, por esta razón el camino discurre de manera difusa sobre la línea entre Burgos y Valencia, y son muchos los lugares que en el poema se citan como visitados por el Cid durante sus batallas y correrías.


Es esta parte del relato la que ha incitado a tanta gente en el pasado a seguir estas huellas del Cid, unos para escribir ensayos, novelas o películas cinematográficas, y a otros razón para hacer turismo interior como a nosotros en esta ocasión, ya hacía tiempo que Alejandro me lo venía proponiendo y me atraía la idea.


El viaje me ha parecido interesantísimo, esos paisajes de la Extremadura Castellana tan anchos y tan despoblados, me han traído la imagen del Cid a lomos de Babieca y sus fieles seguidores detrás. Nosotros ahora montábamos nuestras bicicletas bien alforjadas para la ocasión. Yo llevaba mi bici cicloutrista, una Zeus Team Réplica del 99, con la que ya he recorrido otras rutas similares, mientras que Alejandro montaba una BH Coronas Réplica del 2001, dos burras de auténtico museo biker ibérico. Finalmente también nos acompañaron en la aventura dos gumberos politécnicos más fichados en las rutas del GUMB: Marcos (zamorano él) y Nacho (melillense éste), ambos son industriales (tendré que dedicar un capítulo especial a esto del GUMB, los tres campus BTT-UPM que hemos hecho han sido de traca).

Nuestro camino empezó el 5 de julio en Burgos, junto a la catedral donde reposan los restos del Cid y su esposa, y acabó el 10 de julio en Valencia, donde entramos como auténticos "campeadores", pues apenas 4 horas después de nuestra llegada estábamos celebrando la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica, y creo que esto hace algo épico nuestro final particular, al menos para mí.




Etapa 1. Burgos-Salas de Los Infantes (75km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1038532

El Cantar comienza el relato del destierro en Vivar del Cid, aldea natal del Campeador situada a 10km al norte de Burgos, ese tramo del camino está sembrado de carreteras y áreas urbanas e industriales, y no consideramos interesante recorrelo hacia atrás y luego hacia adelante. Salimos de Burgos a las 11:00, tras bajar del autobus y recoger a nuestros compañeros de ruta que habían acudido dos días antes a conocer la ciudad. Partimos pues los cuatro bikers con el pasaporte cidiano ya en la mano, y una pulsera que nos identificaba como caminantes.




En estas primeras estapas hemos decidido seguir el conocido "camino de los canarios", el más clásico del MTB cidiano y sin duda el más personal, ya que no transcurre por Covarrubias o Silos, lugares turísticos ausentes en el destierro del Cantar, sino que transcurre por la Tierra de Lara, cuna de Fernán González y de los infantes de Castilla, lo cuál ya es por si solo una razón inexcusable para pasar por tan histórico lugar. Además, esta ruta discurre a los pies de la Sierra de la Demanda, siempre viendo a nuestra izquiera el monte San Millán, que con 2130m es la cima de Burgos.

Al salir de Burgos tomamos una alternativa por Castrillo del Val en lugar de la ruta clásica de San Pedro de Cardeña, así podemos coger agua en el pueblo, y además porque el camino transcurre por unos senderos estrechos y encantadores, de esos que nos gustan a los bikers de verdad.



El paisaje parece vacío de personas, pero encontramos algunos pueblines muy pequeños que llaman nuestra atención, ¡es un contraste tan grande con la gran ciudad!. Era la segunda vez hacía esa ruta, ya que en la anterior ocasión mis compañeros fueron Lor y Ramón Peña, y en parte por ellos repetimos un ritual de la ruta: refresco en el bar de Revilla y almuerzo en Campolara con la fruta comprada en el colmado del pueblo. También volvimos a pasar por Jaramillo Quemado o de los Caballeros, que tiene una fabulosa iglesia románica de sillería, impresionante, una sorpresa absoluta para quien no la conoce. Lo cierto es que siempre me lo he pasado pipa atravesando la Tierra de Lara.


Mi intención era circular por los bosques de robles y encinas que hay más allá de Jaramillo, ya que en mi anterior ocasión los jabalíes y corzos se cruzaban libremente por delante de nosotros. Sin embargo, rodando por Torrelara, un error mío al manipular el GPS encima de la bicicleta me había hecho borrar todo el archivo de tracks (¡toma lección!), así que hubimos de seguir por el camino de Barbadillo para llegar a Salas lo antes posible. Llegamos a las 5 de la tarde, y allí tuve que acudir al aula de internet del ayuntamiento de Salas para poder cargar los tracks nuevamente, allí un simpática moza castellana me habilitó uno de los ordenadores y pudé reponer lo borrado, que estaba en mi cuenta de correo. Gracias de veras. Después fuimos a comprar el desayuno y algo de almuerzo para el día siguiente, porque queríamos pedalear desde muy temprano para ganar tiempo al calor.

Dormimos en el Hostal Azua (un chalet muy apañado y perfecto para nostros), allí nos facilitaron amablemente una lavadora y así dejamos la ropa de la bici limpia para los días de después. Cuando se bicicletea con alforjas y un par de equipaciones hay que lavar siempre que la ocasión lo permita, así estará seco al segundo día por lo menos; siempre es mejor ropa limpia y tersa que sucia y dura (sino esto solo causará más rozaduras en nuestro asiento sobre el sillín, !horrible cuando esto pasa¡ ya que la irritación ya no cesará hasta finalizar la ruta). A Nacho la cama le pareció comodísima, según vaya cansándose esa sensación será aún mayor, jajaja.


Etapa 2: Salas de los Infantes-Berlanga de Duero (110km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1041105

Salimos a pedalear a las 8 de la mañana, la etapa planeada es larga y dura, y hay que evitar el calor, son 110km una parte por la llanura de la Extremadura Soriana. Hemos decidido ir hacia Osma por el Cañón del Rio Lobos, mis compañeros de ruta no lo conocen y les gustará ese lugar, yo ya lo he recorrido muchas veces a pie o en bici, y siempre resulta interesante.


Salimos por los caminos paralelos a la carretera y antes de castrillo nos desviamos por la carretera secundaria. Al pasar por Moncalvillo cogemos el mejor agua de toda la ruta, fresca y sin sabor ninguno, son las 9 de la mañana, el pueblo es muy pequeño y no hay nadie, pero al subir por el rio hacia las dehesas encontramos que las huertas están llenas de vecinos atendiendolas, todos nos saludan amablemente y con gran ánimo, que gente tan féliz, nos ha parecido el pueblo ideal para retirarse tras la jubilación. Posteriormente pasaremos por algunas de las dehesas más hermosas de toda la ruta.


Al llegar a Hontoria almorzamos en el bar-restaurante-hostal, apuntaroslo aquellos que vengais desde Burgos sin finalizar etapa en Salas, una buena opción si enjais horario y calendario. En este pueblo decidimos rodear la primera parte del cañón por las dehesas de San Leonardo ya que el río lleva bastante agua, como conozco el cañón, este año húmedo estará anegado en algunos tramos, así que optamos por no vadearlo con las alforjas en las bicis, ya que esto lo he sufrido otras veces y me resulta muy penoso, sin alforjas sería otro cantar.

En este rodeo recorremos unos parajes fabulosos, sendas realmente interesantes para el MTB. Entramos al cañón por un ramal lateral, y ya dentro del cañón uno de los ciclista que nos encontramos nos confirmara nuestras sospechas sobre los vadeos que nos hemos ahorrado. La apuesta ha salido bien, y además el ramal que hemos hecho nos ha llevado al Cañón por un sendero con más de 5 kilómetros de singletrack realmente entretenido, con pasos de piedra incluidos.




Llegar hasta Ucero se ha hecho duro, el camino roto resulta algo incómodo para rodar con alforjas, aunque sin ellas habría sido una juerga. Desde el pueblo cogemos la pista paralela al río Ucero y llegamos a El Burgo de Osma a tren, a más de 20km/h de media, y decidimos sentarnos a comer en mesa un plato combinado, la Plaza Mayor nos parece un lugar ideal, ya que además hay sitio en las terrazas.

Salimos hacia Berlanga con 38ºC de temperatura a las cuatro de la tarde, la ola de calor es palpable y el camino que se nos presenta a la vista parece yermo, sin árboles en el horizonte. Tras atravesar algunos sembrados (¿sería un camino arrasado por los tractores?), y algun arroyo escondido llegamos a una amplia zona de pinares y sotobosque, y con ello un continuo cruce de caminos y cambios de pendiente, jajaja, pensábamos que sería tiempo de rodar cómodamente, y nada más lejos de la realidad, caminos rurales, toboganes, sendas de cortafuegos, vaya sorpresa.




Tras esta etapa de auténtico terreno mesetario y clima castigador, llegamos a Berlanga por carretera, y decidimos irnos a la casa rural donde sellan el pasaporte, que nos hacen descuento como "caballeros cidianos", hay camas para los cuatro con cena y un desayuno a hora temprana. Toca descansar, ya que la etapa siguiente será la "etapa reina".


Etapa 3. Berlanga de Duero-Canales de Molina (140km)


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1041340

Nos levantamos a las 7 de la manaña con intención de empezar a rodar lo antes posible, la etapa es larga, pues hemos decidido continuar ruta hasta Canales en lugar de quedarnos en Ciruelos del Pinar o Moranchón, allí nos han preparado la casa de los abuelos de Marcos y estas cosas hay que aceptarlas, aunque esta etapa puede pasarnos factura en nuestro estado físico. Pareciera que hemos de añadir 30km más cada día de ruta, pero hoy hacemos una excepción.


Las previsiones son de calor, asi que decidimos parar en todas las fuentes a reponer agua, por si acaso es mejor ir con agua de sobra. Yo ya se que es ir sin agua con la bici por la montaña y resulta muy angustioso, la lección ya la aprendí.

Salimos de Berlanga por la vereda deljavascript:void(0) castillo, unos restos muy bien conservados y espectaculares. Hoy rodaremos gran parte de la jornada entre tierras de cultivo de cereal, circulando por caminos, pistas agrarias y carreteras secundarias entre los pueblos que salpican el camino.



Por la mañana, ya cerca de Barahona, una pareja de corzos nos salen a recibir. En Barahona tomamos la primera merienda junto al Cristo de la Buena Muerte, nos resultó curioso el lugar. De allí a Medinaceli, el camino es puramente estepario.


Paramos en Esteras de Medinaceli a reponer líquidos de nuevo, pero para comer seguiremos hasta Layna, ya a 80km de la salida, este es el último pueblo de Soria. Allí con el camping gas preparamos un arroz, y como no había tienda Marcos pone cara tierna y le pide pan a una vecina, tan amablemete lo hizo !que casi nos dan de comer¡ nos despedimos del lugar con un fresco chupito de licor de almendras y avellanas de su marido, que buen recuerdo nos llevamos de allí y esta gente tan encantadora. Al salir del pueblo reponemos agua en la fuente donde nace el río Blanco, que buena está, de aquí ya a Ciruelos...


En Ciruelos del Pinar descubriríamos la huella del incendio del Alto Tajo en el 2005, allí murieron 11 personas, resulta tan desolador el paisaje como las imágenes de entonces. Seguiremos rodando hasta Torremocha por la carretera que en tiempos era casi una pista forestal asfaltada y en mal estado, como se ve en tramos de algunas curvas viejas, en cambio ahora es una carretera bien hermosa, debido a las inversiones realizadas después del incendio, pero aún así en los 30kms que hemos hecho no hemos encontrado ni media docena de coches. Pasamos por algunas vistas muy hermosas de los valles del alto Tajo. Como dato hemos encontrado un cervatillo lamiendo la sal de la carretera, la sal que queda del invierno, y que no se ha inmutado con nuestra presencia hasta llegar a 3 o 4 metros de él.

En Torremocha hablamos con algunos vecinos, que sorprendentemente conocen a los abuelos de Marcos, nos convencen de seguir por carretera a Canales, lo aceptamos para llegar a ver el partido de futbol de la semifinal del mundial contra Alemania, son las 8 y pico de la tarde y ya estamos algo cansados... el sotobosque de encinas y sabinas que pensábamos cruzar habrá de esperar para otra ocasión pero prometía ser muy interesante.

Al llegar a Canales el padre de Marcos había abierto ya la casa y había servido la merienda preparada por la abuela de Marcos, a mi me resultó un banquete, nos comimos doble ración de migas, de espaguetis, pollo escabechado y fruta, después de 140km nuestros estómagos parecían insaciables. Del partido hubimos de saber por la radio, porque la tele no iba, España 1-Alemania 0, haciendo cuentas el día de la final estaríamos en Valencia, vayan preparando los petardos...